Monday, July 4, 2011

ıllıllı (Mi niño) ıllıllı



Mi niño

Ayer te contemple 
detenidamente
y aunque quise 

no pude detenerte;
al acariciar tu mejilla

 ya no era suave, 
tu barbilla 
ya no era lisa...
tus labios muy apenas 

dibujaron una sonrisa.
La voz delgada 

del niñito aquel
se perdió a lo lejos 

de un amanecer,
extraño aquel chiquillo 
aun que estés presente...
pero más extraño 

sus copiosos besos 
aquí sobre mi frente.
Conservo con recelo aquel
 dibujo que me hiciste,
hablaba de las flores 

y de cuanto me quisiste.
El angelito de piedra que el día

 de madres me regalaste,
y la rosa aquella 

que para mi cortaste...
el brazalete de pescaditos

 que en mi mano pusiste,
y la cajita musical que con

 tanto esmero escogiste.
Cuando miro a tus ojos 

muy adentro puedo ver,
los ojitos de mi niño

 que mire crecer.
Ni el recuerdo ni tus risas

 el tiempo se podrán llevar,
tendría que sacarlo de mi alma

 si me lo quiere quitar...
porqué podrás haber crecido

 y hasta madurado,
pero aquí en mi corazón 

como pequeño niño te has guardado.

Josefina Arevalo

Oct/11/05

Sunday, July 3, 2011

¡Háblame te lo suplico!







¡Háblame te lo suplico!



¿Amor por qué te niegas a dormir en nuestra cama

y acaricias tanto mi ropa y mis zapatos?

¿Por qué tus ojos…antes brillantes de alegría

ahora están llorosos? ¡Háblame te lo suplico!

¡Tengo celos! te confieso, de tu amor por el ánfora,

tanto le amas que al mirarla las lagrimas te brotan

Prende la televisión amor, o pon una canción…

este silencio no me gusta, ni el color de tu camisa

ya por más de una semana.!Háblame te lo suplico!

Amor están tocando la puerta...no puedo abrirla,

mi mano se resbala, ni la bocina del teléfono pudo

sostener, y tú tienes cuatro días en el mismo lugar…

abrazado de la ánfora permaneces dormido…

te confieso tengo celos…!háblame te lo suplico!

¿Dónde está mi niña?

 





¿Dónde está mi niña?

Tu ausencia por completo 
a mi interior conmovió,
y el árbol donde se mece 
tu columpio su follaje despojo.
mi sueño entre nubes blancas
 anoche quedo...amaneció 
y mi cuerpo en la nada deambulo,
en busca de mi sueño 

en las nubes se remonto.
Nadie me dijo pequeña

 qué difícil es,
en el jardín de mi alma 

se quiere perder tu aroma a jazmines...
la falta de luz de mis días y el viento

 impetuoso se lo quieren llevar,
días obscuros...noches 

que parecen no terminar;
es inmensa una hora, 

enorme un día y la noche eterna,
pues añoro que me arrulles

 con tu vocecita tierna.
Me olvido de lo que he

 sentido si regresas...
si me enseñas otra vez tus sonrisas

 inocentes descubiertas.
Todo mi ser en la nada esta flotando

 y eso porque te estoy extrañando...
regresa enseguida y tus pequeñas

 manos extiéndeme,
tratare de dormirte 

pero tu primero duérmeme...

Josefina Arévalo

Perdóneme señor

Perdóneme señor





Perdóneme señor

Perdóneme Señor la cobardía
de desear mi muerte noche y día
de carecer hoy a mis años de alegría
de pensar que sin infancia,
niñez ni juventud mi amargura no existiría.


Perdóneme Señor por tanto lamentarme
en mis sueños, al amanecer, y al levantarme,
al mirar la lluvia, al atardecer y al acostarme,
con mi llanto, con un suspiro, y al recordarme.


Perdóneme Señor si el pedacito de cielo...
aquel que le pedía que fuera como mi padre con tanto anhelo,
brota mi tristeza fácilmente con su enojo y su celo
y acudo a usted Señor implorando un poquito de consuelo.

Perdóneme Señor si los años me amargaron
y sus bendiciones sin querer se me olvidaron,
perdóneme si la bella rosa que usted me regalo
espinas le brotaron, y mi ser acobardado,
sus espinas me pincharon.


Perdóneme Señor si mi esperanza
sobre lo que pienso que me ama se abalanza,
pero apenas doy la vuelta juega conmigo y mi confianza,
apartando de mi sueños, anhelos y añoranzas.


Perdóneme Señor porque tuve un jardín hermoso
y con su fragancia hacia mi mundo maravilloso
tenia barandas y piedras doradas,
desee que así de bello por siempre se quedara,
un viento recio muy cercas a pasado,
y mi jardín hermoso sin piedad ha avasallado.


Perdóneme Señor si en esta vida,
sin su bendita bondad no existiría,
perdóneme si de usted tanto dependo,
si de pie por su causa me sostengo.


Perdóneme Señor porque usted me dio la vida
y hoy a mis años me siento confundida.
Perdóneme por que hace algunos años
tenia tres razones para suplicarle a usted arrodillada,
y ahora de rodillas lloro porque ya no tengo nada.
 

El demonio de la esquina




Les contare del
demonio de la esquina…
sale para afuera
con su kimono costal de papas,
y su cabellera quemada
en corte de capas.
Ella al mirarme
me saluda muy cortés,
Yo me paralizo
y cuento del uno al tres…
quisiera tener poderes
 y poderla desaparecer.
Ella no entendió
cuanto me molestaba…
En cuanto hacia algo
enseguida me lo contaba.
La escuchaba y contando
llegue hasta el millón…
Mientras ella haciendo
aquello le crecía un colmillon.
A su marido ya lo jubilaron,
pues ya está algo maduro,   
y aquí por esta calle
le apodamos el cornudo…
el levanta la mano
respondiendo como a un saludo.
Tal vez es que el ignora
lo que hacía su señora…
en la mañana en la tarde
y a cualquier hora.
Ahora él le riega el jardín
 y le cuida las plantitas,
Mientras ella cosiendo
extraña aquellas escapaditas.
Mi vecina demonio revoltoso…
Cuando le irá a contar
todo lo que hizo a su querido esposo.
Josefina Arévalo