Llamados a Su Luz Admirable
Somos tuyos, Señor.
No por mérito,
no por fuerza,
sino porque tu amor nos escogió
cuando aún no sabíamos
pronunciar tu nombre.
Linaje elegido…
así nos llamas,
como quien mira una herida
y ve una corona;
como quien ve un corazón cansado
y descubre en él un altar.
Real sacerdocio…
aunque nuestras manos tiemblen,
aunque la voz se quiebre,
Tú nos pones de pie
para llevar tu luz
a los rincones donde antes
solo habitaba la sombra.
Nación santa…
no por perfección,
sino porque tu gracia nos cubre,
nos limpia,
nos envuelve
con el manto eterno de tu misericordia.
Pueblo adquirido…
pagado con sangre,
rescatado con amor,
abrazado por ese Dios
que mira las tinieblas
y llama a sus hijos a salir.
Y aquí estamos, Señor,
pequeños pero tuyos,
frágiles pero llamados,
con un solo propósito:
anunciar tus virtudes,
proclamar tu bondad,
mostrar la luz que recibimos
cuando Tú nos levantaste
de la noche
y nos hiciste brillar.
Josefina Arévalo
No comments:
Post a Comment