Me arrullaron tus tiernas palabras
como fina melodía...
y tu mensaje me envió lo que
quería escuchar el alma mía.
El cielo mismo se engalano...
cuando sentí el fuego
de tu cuerpo .
Cuando llego la hora de las 12:10
me pareció importuna...
a mí que seguir besando tu boca
era una gran fortuna;
preferí permanecieran
mis palabras silenciosas...
al notar tus manías misteriosas.
Un beso espontaneo...
arribo como golondrina,
controlo mis dudas y les dio
una expresión cristalina.
Se escapo por un momento
de mi decencia el velo...
mis sentimientos emprendieron
un románico vuelo... que si te dijera
que en ese cuarto callado
sentí mi deseo por tus ojos casado.
Me propuse guardar el roce de tus dedos...
para sentirte más tarde
alumbrada por las estrellas.
Pero que si cuando la tarde
se vuelva obscura...
la nostalgia por tus besos se apresura
llegando a los oídos del Dios del infinito...
entra apresurado a tu cuarto callado,
porque él al mirar mi tristeza
te querrá traer con enorme fiereza,
al saber que mi deseo esta
de tu querer preso...
Dios sabe cuánto mendigo
de tu boca un beso.
Aunque interrogue a mi alma...
¿Qué de donde saliste?...
Solo sabe que a las 12:10 te desapareciste.
Josefina Arévalo
la felicito, me gusto mucho
ReplyDeleteMuchas gracias Jorge por tu tiempo para leerme...gracias por tu comentario...
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