Friday, October 28, 2011

Las 12:10





Me arrullaron tus tiernas palabras

como fina melodía...

y  tu mensaje me envió lo que

quería escuchar el alma mía.

El cielo mismo se engalano...

cuando sentí el fuego

de tu cuerpo .

Cuando llego la hora de las 12:10

me pareció importuna...

 a mí que seguir besando tu boca

era una gran fortuna;

preferí permanecieran

mis palabras silenciosas...

al notar tus manías misteriosas.

Un beso espontaneo...

arribo  como golondrina,

controlo mis dudas y les dio

una expresión cristalina.

Se escapo por un momento

de mi decencia el velo...

mis sentimientos emprendieron

un románico vuelo... que si te dijera

que en ese cuarto callado

sentí mi deseo por tus ojos casado.

Me  propuse guardar el roce de tus dedos...

para sentirte más tarde

alumbrada por las estrellas.

Pero que si cuando la tarde

se vuelva obscura...

la nostalgia por tus besos se apresura

llegando a los oídos del Dios del infinito...

entra apresurado a tu cuarto callado,

porque él al mirar mi tristeza

te querrá traer con enorme fiereza,

al saber que mi deseo esta

de tu querer preso...

Dios sabe cuánto mendigo

de tu boca un beso.

Aunque interrogue a mi alma...

¿Qué de donde saliste?...

Solo sabe que a las 12:10 te desapareciste.
 
Josefina Arévalo

2 comments:

  1. Replies
    1. Muchas gracias Jorge por tu tiempo para leerme...gracias por tu comentario...

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